De la Emoción al Sentimiento: La Importancia del Autoconocimiento

Junio 07, 2024 | Lic. Patricia Viloria

 

balance entre vida personal y laboral

¿Qué hago con mis emociones?

Hoy quiero hacer una distinción entre manejar y controlar las emociones. A veces, la pregunta detrás de muchas inquietudes que encuentro en mi práctica es: ¿qué hago con mis emociones?

Primero, definamos un poco los conceptos 

Las emociones son reacciones psicológicas y fisiológicas ante estímulos internos y externos que nos impulsan a la acción, ya sea de aproximación o de defensa. Son parte fundamental de nuestra condición de ser humano, por lo tanto, NO SE PUEDEN CONTROLAR.

Un dato importantísimo sobre estas es que solo tienen presencia en nuestro cuerpo por aproximadamente 90 segundos. Una vez se conectan con nuestro lado racional, se convierten en un sentimiento y de esta forma es que perduran en el tiempo. Pasamos por períodos en los que sentimientos específicos definen nuestro estado de ánimo.

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Al programar tus sesión das el primer paso en un nuevo camino para conseguir todo aquello que está esperando ser descubierto, todo aquello que puedes alcanzar y toda la paz y bienestar que a lo mejor sientes carecer. Toma el control de tu vida y ten la certeza que está alineada a lo que tanto deseas.

Y con esto quiero quedarme un poco más. Las emociones duran 90 segundos, y nuestro lado racional es quien las extiende. Ahora viene la pregunta, ¿podemos controlar de qué forma se va a extender esta emoción? ¿Podemos darle una forma a esta emoción de tal manera que sea útil y sana? Los sentimientos pueden definir cómo interpretamos y experimentamos las emociones.

Ahora, sabiendo esto, podemos tomarnos un momento, una pausa, ante la presencia de una emoción, reconocer su existencia tal como es. Las emociones son y siempre se valida su existencia. Tras la pausa y la observación de la emoción, podemos dar paso al sentimiento que vendrá tras ella. Puedes darle rienda suelta o tratar de transitarlo consciente de que su construcción depende de muchas variables (experiencias de vida, creencias, temperamento).

Mediante el autoconocimiento y la autoobservación, podemos entrenarnos en la atención que debemos prestar a este paso de la emoción al sentimiento, no desde el control, sino desde la amabilidad y la validación. Nuevamente surge la importancia del autoconocimiento en el camino a una vida plena.